Cuando desean a una mujer Luna y no ven el Sol

Siempre que lo miro y pienso en el tipo de mujer que desea, solo puedo ver una hermosa chica, pelirroja, con unos hermosos ojos color miel que en la luz podrías jurar que son verdes; una chica con una piel tan blanca que pareciera ser de porcelana, unos labios rojos y unos dientes blancos para resaltar, unas piernas fuertes, unos abrazos cálidos, un gran trasero y unos senos medianos; una mujer tan tierna como el azúcar pero que a la hora de dar y defender un argumento sea tan fuerte como el hierro; una mujer amante y conocedora de la música y de la buena literatura; una chica con un lunar cerca de la mejilla y un piercing en su labio. Esa es la chica que imagino que él desea, la chica que merece. Pero luego estoy yo, la chica que lo quiere, una chica con cabello café, ojos marrones, labios secos, piel manchada, piernas débiles, brazos fríos, un trasero y unos senos que ni para qué mencionarlos; una mujer tierna pero no como el azúcar, tierna como… ni siquiera tierna, más bien melosa, como ese chicle que se pega en los zapatos; una chica que ama la música pero no sabe nada, que lee pero no lo suficiente, no tengo lunares y no me quedan los piercings.

Artwork via Natalie Foss IllustrationÉl desea una mujer como la luna, brillante, pero no para cegarte, sino un brillo cómodo, placentero de mirar, que permita ver las luces que se encuentran cerca de ella. En cambio yo soy un sol, tan candente que molesta, tan luminoso que atosiga la vista y no permite ver las estrellas. Ella es tan luna y yo tan sol, tan opuestas. Pero, aun así, sin ser ni parecida a esa chica, lo quiero. ¿Cómo hacer que él me quiera? Y aunque me tiña el cabello, use lentes de contacto, pase horas en un gimnasio, no llegaré a ser tan sabia, más bien soy poco inteligente tirando a torpe. No llegaré a ser tan segura, ni mi piel será como la de una muñeca, y seguiré siendo un chicle y, la verdad, no me quiero pegar en su zapato. Soy un sol tratando de ser una luna y todos sabemos que eso es imposible.

Imágenes:

Night with a view por Christian Schloe

Black Hole por Natalie Foss Illustration


Aunque a veces sentimos que no somos suficiente, somos capaces de reconocer nuestro fuego interior y eso es lo realmente importante. Muchas gracias a la autora de esta semana. Sigan enviando sus historias. Recuerden que también nos encuentran en Facebook (BlogSoyAnonimo) y en Twitter (@BlogSoyAnonimo).

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— Equipo Soy Anónimo

2 Comment

  1. Nan says: Responder

    Buena redacción. Él puede quedarse en la ventana observando esa lejana luna, En cambio el sol debe salir, hay mucho por alumbrar y aunque tengan las mismas horas del día, siempre es el sol el que se siente más!

  2. Loki says: Responder

    La luna brilla, sólo porque el sol le regala de su luz

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