Caminos equivocados

Atención: Algunas confesiones pueden contener material inapropiado para menores de edad.


El ambiente tosco y hostil, penumbra en el umbral, la melancolía inmersa en las palabras desafiantes de un silencio. Todo abruma, la felicidad corre por los caminos equivocados, se aleja. Y ella está allí, envuelta entre tanto escombro movedizo. Un día más en la universidad y la vida se le hace tediosa. Lo que una vez amó ahora se convierte en su tortura.
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Sus ojos de niña apasionada están menguando, su ímpetu, su alegría de vivir, de devorar el mundo a través de una sonrisa. La mata lentamente, la hace trizas, quiere escalar el abismo pero éste se hace cada vez más liso. Las lágrimas recorren su piel una y otra vez, son tranquilizantes momentáneos, aliviadores del espíritu quebrantado, logran apaciguar la intensidad del dolor que sucumbe su alma. Sophia es una chica de 23 años, estudia ingeniería civil en una de las tantas universidades de Colombia. Amante de los números, su adicción a ellos se ha convertido en la droga perfecta, el antídoto ante la estupidez del mundo de afuera. Son ellos, su pasión y amor por la vida, los que hacen que cada paso de su existencia fuese recorrido con el asombro suficiente para que vivir se haya convertido en una aventura, una búsqueda incesante de descifrar los misterios más ocultos. Su estancia en la universidad era enriquecedora, aprendía de todos y de todo, sacaba el mayor aprendizaje al conocimiento, su carrera era lo que amaba y por ello disfrutaba estudiarla en su totalidad. Los «tediosos» cálculos, como algunos los llamaban, ella los disfrutaba en su máxima expresión, le sacaban más sonrisas que cualquier cumplido de un enamorado. Todo era perfecto, su castillo mágico inmerso en las paredes de un laberinto lleno de números que ella había construido y formado en su cabeza.

mr anybody 1Sin embargo, como toda historia triste, esa felicidad duró poco. A medida que pasaban los semestres, Sophia iba perdiendo fe en su universidad, en sus estudiantes. No concordaba con muchas de las cosas allí implantadas. Se sentía mediocre aceptando una educación que no enseñaba para la vida, que sólo se dedicaba a cumplir las exigencias de un presente pobre en expectativas, un sistema de evaluación que la sumergía en la pobreza mental de un simple estudiante. Aprender ahora era obligación para un parcial, salir ileso de un semestre y llegar al siguiente sin importar cuánto se había aprendido. Ver hacer fraude en los exámenes era el pan de cada día; escuchar al estudiante las ideas nefastas de pasar sin importar el medio que se usaba, lo importante era tener el título, cómo se llegaba a él carecía de importancia. Sus profesores, algunos brillantes, esos con los que tenía la mejor relación, los explotaba, les exprimía todo lo que podía enriquecer su mente y su alma; ellos eran escasos, se podían contar con los dedos de una mano. Los malos profesores abundaban allí, se veían al voltear la mirada a cada lado, esos profesores que no buscaban enseñar, sino infundir en sus alumnos el miedo y el desprecio por lo vivido en una clase, que evaluaban para sentir la satisfacción de ver a sus estudiantes hacerse trizas en medio del examen.

Y allí estaba Sophia, en medio de tanta miseria, su pasión por el estudio inmersa en la educación propuesta por una sociedad pobre de espíritu y de mente. Y no estaba de acuerdo, odiaba estarlo, hacer parte del circo estudiantil se le hacía cada vez más insoportable. Quería estallar, sus notas habían bajado notoriamente, y no por falta de interés o amor, estos sentimientos seguían intactos. Las condiciones obligaban a los resultados. Parciales perdidos, materias canceladas, todo era tan nefasto que Sophia cayó en el estrés absoluto. Estaba enloqueciendo. Ahora sólo quería ir a la Universidad Nacional, su sueño, una universidad que abra su mente, que explote su visión del mundo. Y aún lo espera, espera estar allí y dar conclusión al sueño empezado un 15 de febrero.

-Anónim@

Imágenes:

Acuarelas y tinta por Mr. Everybody

 


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7 Comment

  1. Maire says: Responder

    Profesores mediocres van a aparecer en todos lados.
    La gente tiene la creencia errada que en una universidad pública, te van a exigir más.
    Y este fue mi caso y el de otro compañero del colegio.
    Ingresamos a una universidad pública, y la bienvenida que nos dieron fue un paro que se prolongó por casi 4 meses.
    Hablaba uno con los profesores, y la mayoría sólo les preocupaba el pago de sus salarios y el tiempo que les hacía falta, para obtener, el reconocimiento de su pensión.
    Mi amigo y yo veíamos con frustración, como nuestros compañeros avanzaban de semestre y nosotros, inmersos en un eterno limbo académico, así que, una vez finalizado el paro, concluimos el semestre y pedimos transferencia a universidades privadas.
    Así que bájese de esa nube, si cree que en una universidad pública va a aprender más.
    El conocimiento no depende de quien lo imparte, sino de quien lo desea adquirir.

  2. Sueños?, todos se pueden lograr, depende de cada uno, la vida misma es un obstáculo a superar. con esta frase lo diré todo: Ingenieros civiles muchos, Profesionales «vista la palabra en su integridad» muy pocos. lucha por ser uno de esos. esos a los que en realidad son buscados y no tienen que buscar nada.

  3. José says: Responder

    Listo, una historia de inconformidad con la Universidad y ????

  4. TATIANA says: Responder

    Hace algunos días he enviado mi historia a soy anónimo, quisiera saber cuánto falta para salir publicado. La historia se llama un cuento cualquiera. Por favor mínimo confirmar el recibido del mismo.
    Mil gracias

    1. Lina Parra says: Responder

      Tatiana,

      Gracias por tu historia. La recibimos y está en lista de espera para ser revisada y entrar a revisión de estilo. Hemos tenido una gran acogida y han llegado muchas historias, debido a esto el tiempo promedio en este momento es de un mes. Los editores hacemos este trabajo voluntariamente y con todo el cariño posible pero como entenderás también tenemos otras obligaciones que cumplir. Muchas gracias por tu aporte y esperamos que una vez tu historia sea publicada estés muy feliz con el resultado.

  5. TATIANA says: Responder

    Si bien es cierto, alguna Normas de convivencia de este blog es: “Se pueden contar historias sobre cualquier tema”, con todo respeto veo que Caminos equivocados, está fuera de cualquier contexto, no tiene tema central, no hay una historia, la verdad creo que en este blog al equipo de editores se les fueron las luces.
    El blog no es malo, es rémalo que es diferente.
    Gracias

  6. José says: Responder

    Respeto al Blog

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