No fui capaz

No fui capaz. Colapsé y aún no me levanto.

Hace quince días no fui capaz de dar un taller. Ni siquiera llegué porque me desmayé en el camino. Hace ocho días tampoco fui capaz; esa vez fui más inteligente y renuncié antes de salir de casa y, como la idea es ir aprendiendo, ahora cancelo con un día de anterioridad. Es ver mi peor pesadilla convertirse en realidad, día tras día.

No fui capaz y me cuesta y me duele. Le duele a esa parte mía inteligente, fuerte, decidida, valiente y responsable con la que tanto me he identificado, porque supuestamente su valía está en todo eso y quebrarse no hace parte de ese paquete, quebrarse no está bien. Esto no es lo que se espera de ella, esto no es lo que quiere la sociedad.

Como no fui capaz tenía que buscar una solución. Nada puede estar por ahí quebrado, roto o a media marcha. ¡Pronto! Arregla lo que no funciona porque, si no, nadie te va a valorar, nadie te va a querer (empezando por ti misma). Haz todo lo que puedas, esfuérzate, esto hay que solucionarlo: ve a terapia, toma gotas, hazte un masaje, sal a la calle y haz lo que te gusta, piensa positivamente, vuelve a terapia, ve donde el médico a que te pinchen hasta el alma, toma los medicamentos, sigue la dieta.

larissa-kulik (2)Hoy decido rendirme, quedarme acá en el suelo viendo el mundo desde abajo, aceptando que también soy esto: un ser vulnerable, herido, imperfecto, atemorizado y cansado; que se cansa también de vivir en una sociedad que no da espacio al que no cumple con los estándares, al que renuncia, al débil, al que no “es capaz”. Una sociedad adicta a la felicidad y a las relaciones superficiales, a lo bonito, al éxito, a la comodidad; una sociedad dominada por el miedo en la que casi nadie habla de sus heridas, de sus cicatrices, de sus miedos, de sus fracasos, ni con su familia, ni con sus amigos, ni siquiera con su pareja. Tenemos tanto miedo que nos escondemos y no
nos damos cuenta de toda la energía que gastamos en esta dinámica estúpida de ocultar lo que somos y lo que queremos.

Estoy cansada y hoy digo no más. Me acepto en mi imperfecta humanidad que incluye la posibilidad de decir: “no soy capaz, me rindo y no me esfuerzo más”.

Si algo he aprendido es que las cosas mutan, por eso sé que no me quedaré acá para siempre; pero ahora, justo en este momento, me digo a mi misma: “ya has hecho suficiente esfuerzo, quédate quieta, descansa, está bien rendirse, ya sabes que esto también pasará, todo cambia y cambiará. Y esta vez, mi querida niña, no será la excepción”.

 

Ilustraciones

Broken Doll & The Bird por Larissa Kulik


No olviden dejar sus comentarios, por favor sigan enviando sus historias. Recuerden que también nos encuentran en Facebook (BlogSoyAnonimo) y en Twitter (@BlogSoyAnonimo)

Para publicar una historia anónima en nuestro blog, pueden dejarla anónimamente en nuestro formulario, o escribir un correo a [email protected]. No olviden nuestras normas de convivencia.

También nos encuentras en Facebook: Soy Anónimo y Twitter: @BlogSoyAnonimo

— Equipo Soy Anónimo

Editora: Lina M. Parra @wildlina

Correctora de estilo: Daniela Echeverry @faerica

Deja una respuesta