En un mundo tan caótico y contradictorio como en el que vivimos hay días en los cuales no quiero salir de la cama. No quiero, pero lo hago. Lo hago porque, muy a pesar del caos y lo absurdo de algunas situaciones, a veces brilla el sol, la tierra está húmeda y expele olores a vida, a esperanza y a renacimiento.
Autor: Lina Parra
Mirar los toros desde la gradería
Siempre que escuchaba que en una pareja uno de los dos le ponía cachos al otro decía: “si están mal, ¿por qué no se separan y dejan de hacerse daño?”. Pero, como dice el refrán, una cosa es mirar los toros desde la gradería y otra muy diferente desde la plaza.
No fui capaz
No fui capaz. Colapsé y aún no me levanto. Hace quince días no fui capaz de dar un taller. Ni siquiera llegué porque me desmayé en el camino. Hace ocho días tampoco fui capaz; esa vez fui más inteligente y renuncié antes de salir de casa y, como la idea es ir aprendiendo, ahora cancelo con un día de anterioridad. Es ver mi peor pesadilla convertirse en realidad, día tras día.
Sobre la inocencia y el conocimiento
Dicen que la falta de conocimiento no es ignorancia sino inocencia y yo estoy de acuerdo. Cuando somos niños carecemos del desgaste mental y emocional que dan las experiencias y metemos el dedo en el enchufe sólo una vez, después de ese “corrientazo” no repetimos. Crecer nos da todas las herramientas para repetir conscientemente nuestros errores, porque con el primero nunca es suficiente.
Vaya uno a saber si al final de cuentas
Vaya uno a saber si a final de cuentas importa hacer las cosas bien o no. Total, en un mundo tan dignificado como este, donde todo el mundo cree lo que lee sin pensárselo dos veces, la rectificación o las disculpas dan lo mismo si no son igual de interesantes que el escándalo original. Así que hoy en día creo que no importa mucho si sigo insistiendo en que yo jamás me metería con una estudiante …
Tres meses, once días
Recibir un mensaje calmaría mi desesperación. Llevo tres meses y once días pensando angustiosamente en ti. No te conozco, y no me interesa hacerlo, no a profundidad, pues sé que el encanto terminaría, de la misma manera en que el desencanto llegaría a ti o que quizás ya ha llegado.
Yo confieso
Confieso que me encanta el celador del edificio donde trabajo, es imposible no mirarlo. Le pongo como unos 28 años; tiene una cara de esas que miran con inocencia y a la vez con cierta malicia; es un poco más alto que yo y se nota que cuida su cuerpo. Se ha acostumbrado a saludarme […]
Otra vez la de la risa tonta
Ahí estaba parada yo, esperando que él apareciera por la puerta de salida del aeropuerto. Estaba nerviosa, contaba hasta diez, no podía contener la risa tonta que se dibujaba en mi rostro, hasta que uno a uno fueron saliendo los pasajeros de aquel vuelo internacional. Las manos me sudaban, él nada que salía, hasta que […]
Soy un tipo raro
Pues yo me resisto a la tecnología, bueno al menos lo intento. Soy un tipo raro de aquellos que piensa que si se quiere hablar con alguien se marca el número y ya. Se habla con el otro o la otra, de viva voz. Es que a mí me aterra no poder deducir lo que […]
El sabor de una fantasía cumplida
Entrando en calor con el dulce y amargo sabor del vino, siento como me mira y mi piel se estremece, lo veo y solo siento el placer inconfundible que me da el sexo… pero estoy empezando por el final, el comienzo es aún más estremecedor. Fue algo así como esa delgada línea en que dejas […]