Vi a Samy sentada en una de las sillas de concreto que estaba debajo de uno de esos árboles tupidos, acompañada de su “amiga”, besándose. Sí, estaban muy cariñosas besándose a plena luz y a vista de visitantes. No les importó que la gente las viera en esas y seguían haciéndolo.
frustración
Cuando resulta ser todo lo contrario- Parte I
Es muy doloroso cuando la persona que se supone es el amor de tu vida resulta ser todo lo contrario, y termina dañando un corazón que ya es frágil y está malherido por otras que sólo lo usaron para jugar.
Sobre importunos y descaches
No quiero legitimar lo que pasó, pero creo que nadie en el mundo es culpable de nada excepto de sus acciones. Recuerdo cuando no tenía ninguna preocupación en mi cabeza, de la universidad a la casa y de la casa a la universidad, de vez en cuando iba al Chorro de Quevedo a tomar chicha de colores o a Lourdes a sus famosos bares.
No llego a una conclusión
He reflexionado últimamente sobre mi situación y, como de costumbre, no llego a una conclusión. Tengo un objetivo, una determinación que me levanta aun cuando ya estoy derrotado. Tenía 11 años cuando decidí terminar con mi vida.
Caminos equivocados
El ambiente tosco y hostil, penumbra en el umbral, la melancolía inmersa en las palabras desafiantes de un silencio. Todo abruma, la felicidad corre por los caminos equivocados, se aleja. Y ella está allí, envuelta entre tanto escombro movedizo. Un día más en la universidad y la vida se le hace tediosa. Lo que una vez amó ahora se convierte en su tortura.
En tercera persona
Esta historia es real y me pasó hace unos años, pero decidí contarla en tercera persona para que se viera desde otro contexto. Eran aproximadamente las tres de la tarde cuando Cristian miraba el reloj. Justo era hora para encontrarse con la mujer que lo traía loco …
Las profecías apocalípticas de los 40
Tengo que confesarlo, hace una semana llegué a los 40 años, y todas las profecías apocalípticas sobre alcanzar esta edad parecen ser ciertas.
¡Es una vaina jodida!
La razón contra la pasión, lo que se debe hacer versus lo que se quiere hacer. Es genial cuando lo que debes y lo que quieres coincide, pero cuando no, es una vaina jodida, sobre todo si tiene que ver con el amor: ese amor enfermizo y estancado que te deja sin alma, sin ganas de seguir.
No fui capaz
No fui capaz. Colapsé y aún no me levanto. Hace quince días no fui capaz de dar un taller. Ni siquiera llegué porque me desmayé en el camino. Hace ocho días tampoco fui capaz; esa vez fui más inteligente y renuncié antes de salir de casa y, como la idea es ir aprendiendo, ahora cancelo con un día de anterioridad. Es ver mi peor pesadilla convertirse en realidad, día tras día.
Tres meses, once días
Recibir un mensaje calmaría mi desesperación. Llevo tres meses y once días pensando angustiosamente en ti. No te conozco, y no me interesa hacerlo, no a profundidad, pues sé que el encanto terminaría, de la misma manera en que el desencanto llegaría a ti o que quizás ya ha llegado.